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Prótesis de Cadera

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Durante el reemplazo de cadera, un cirujano retira las secciones dañadas de la articulación de la cadera y las reemplaza con piezas que, por lo general, están fabricadas con metal, cerámica y un plástico muy duro. Esta articulación artificial (prótesis) ayuda a reducir el dolor y mejora la función.

 

También conocida como “artroplastia total de cadera”, la cirugía de reemplazo de cadera puede ser una opción para ti si el dolor de cadera interfiere en tus actividades diarias y los tratamientos no quirúrgicos no han ayudado o ya no son eficaces. El daño por artritis es el motivo más frecuente por el cual se necesita un reemplazo de cadera.

¿Por qué se realiza?



Entre las afecciones que pueden dañar la articulación de la cadera, que a veces requieren una cirugía de reemplazo de cadera, se incluyen:

 

  • Artrosis: Comúnmente conocida como “artritis por desgaste”, la artrosis daña el cartílago resbaladizo que reviste los extremos de los huesos y que ayuda a que las articulaciones se muevan con suavidad.
  • Artritis reumatoide: La artritis reumatoide es provocada por un sistema inmunitario hiperactivo. Esta enfermedad produce un tipo de inflamación que puede erosionar el cartílago y, ocasionalmente, el hueso subyacente, lo que da lugar a articulaciones dañadas y deformadas.
  • Osteonecrosis: Si hay una irrigación sanguínea inadecuada en la parte esférica de la articulación de la cadera, como podría ser el resultado de una dislocación o fractura, el hueso podría colapsar y deformarse.

Puedes considerar la posibilidad de un reemplazo de cadera si presentas dolor de cadera con las siguientes características:

 

  • Persistente, a pesar de los analgésicos
  • Que empeora al caminar, incluso con un bastón o un andador
  • Que interfiere en tu sueño
  • Que hace que sea difícil vestirse
  • Que afecta la capacidad de subir y bajar escaleras
  • Que dificulta la capacidad de levantarte cuando estás sentado